Asana: La 3a rama del yoga de Patanjali

Asana es quizás la rama más conocida del yoga, y a menudo se interpreta como Yoga en sí. Cuando decimos que vamos a hacer yoga, nos referimos a Asana.

Cuando tomamos una clase de yoga, lo que realmente queremos decir es la clase de Asana. Puesto que el objetivo del yoga es encontrar una unión entre nosotros y el todo, y entre la mente y el cuerpo, ¿por qué necesitamos todas estas posturas físicas?

¿Qué es Asana?

La raíz de la palabra Asana significa asiento cómodo, que dice mucho sobre sus intenciones originales. La mayoría de las asanas son sólo eso, posturas sentadas que nos preparaban para la meditación.

Pero no importa cuál sea la postura, Asana como término describe la tercera extremidad del Yoga, la práctica de las posturas físicas.

La práctica de Asana funciona con el cuerpo físico para que la mente tenga un lugar saludable y pacífico para residir. Dado que la última etapa del yoga es Samadhi, unión con el Todo, no podemos alcanzarlo si toda nuestra atención va al cuerpo físico. Si el cuerpo no está sano, si los músculos están tensos y las piernas están doliendo, si el cuerpo no es fuerte o relajado, será más difícil concentrarse, meditar y encontrar un lugar de conexión dichosa.

¿Por qué practicamos Asana?

Si lo recordamos durante nuestra vida diaria somos una unión. El cuerpo y la mente no están separados, y la salud de uno afecta al otro. No podemos simplemente trabajar el cuerpo y esperar estar sanos si la mente no es fuerte y equilibrada.

No puedes tener pensamientos destructivos ni alimentar a tu mente con cosas poco saludables y esperar que el cuerpo brille, no importa cuánto practiques asana. El cuerpo no alcanzará su estado óptimo de ser sin el apoyo de la mente, y viceversa.

Según Patanjali, Asana tiene como objetivo mantener el cuerpo estable y fácil para la práctica de meditación que nos prepara para dominar los patrones de pensamiento de la mente para que se pueda experimentar la autorrealización. Sthira Sukham Asanam, lo que significa que las posturas deben ser estables y cómodas.

Patanjali nos anima a encontrar un lugar en nuestra práctica que esté lleno de facilidad mientras te mantienes cómodo y estable.

La próxima vez que estés en una pose desafiante, obsérvate a ti mismo y a tu aliento. ¿Te sientes cómodo y fácil, tu respiración es larga y constante? Si no puedes sostener una pose con estas cualidades, bájala, date un poco de tiempo, haz más posturas de preparación y déjate desarrollar.

Se trata de encontrar el equilibrio entre el desafío saludable y la zona de confort para que crezcamos.

Por Kaisa Kapanen