Cómo practicar Pratyahara

La práctica del Pratyahara —de hecho, todas las prácticas del yoga— te permite elegir las respuestas en lugar de simplemente reaccionar. Puedes elegir bailar con cualquier estímulo que se te ocurra, o puedes optar por dar un paso atrás y no responder a ese estímulo. La variable no es lo que te rodea, sino cómo elijes usar la energía. Si nos retiramos a una cueva en las montañas, todavía podemos activar el sistema nervioso; Todavía podemos generar pensamientos y revivir reacciones pasadas. Practicar Pratyahara no significa huir de la estimulación (que es básicamente imposible). Más bien, practicar Pratyahara significa permanecer en medio de un ambiente estimulante y conscientemente no reaccionar, sino elegir cómo responder.

También puedes agregar la práctica del Pratyahara a tu práctica de asana. Cuando te quedas quieto dentro de una postura, a menudo puedes tener numerosos pensamientos. A veces puedes entrar en conflicto sobre si quedarte en la postura o salir de ella. A veces puedes estar juzgando si lo estas haciendo bien o no tan bien. En ese momento, cuando te des cuenta de que tu mente está ocupada, practica Pratyahara retirando la energía de tus pensamientos sobre la postura y centrándote en su lugar en la postura misma.

La práctica asana siempre  brinda la oportunidad de notar tus impulsos y retirarte de la realidad en cuestión. Este tipo de retirada no es pratyahara; es simplemente un intento de huir de la dificultad, de escapar retirándose al pensamiento. Este tipo de practica te lleva cada vez mas lejos de ti mismo, lo contrario del efecto de la practica espiritual, que te acerca a tu verdadera naturaleza.

Hay que tratar de  entender la diferencia entre retirarse y escapar, entre pratyahara y olvidar la práctica. Aprender a incorporar la práctica de yoga en la vida diaria es un reto, pero es un reto que da sentido y dirección a mi vida.

Un poquito complicado en verdad pero fascinante. Nos queda mucho por aprender.

Malasana