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viernes, 20 de mayo de 2022

Meditación del silencio

Meditación del silencio 

Sí, lo leíste bien. Meditación silenciosa. Uno podría preguntarse: ¿No es obvio que casi siempre estás en silencio cuando meditas? Sí, pero lo que quiero decir con meditación silenciosa es la técnica conocida como Vipassana (que significa ver las cosas tal como son), una de las técnicas de meditación más antiguas de la India.
Imagina un día sin tu teléfono o sin conexión a internet; un día en el que no te comunicas con otra persona ni dices una sola palabra. Un día sin nadie que conozcas a tu alrededor.
Los efectos de Vipassana son para toda la vida, en mi opinión.
Durante los meses y años que siguen, el cambio puede ser dramático, dependiendo de su práctica. Empiezas a notar un cambio interno, un cambio que solo tú puedes sentir al principio, y luego, en algún momento, el mundo comienza a notarlo, como lo revela cada vez más evidencia científica.
Lo que muestra la ciencia

El advenimiento de las resonancias magnéticas y otras técnicas de escaneo cerebral han permitido a los neurocientíficos mirar directamente en el cerebro de los meditadores para ver el impacto. Por ejemplo, los neurocientíficos han aprendido que la meditación fortalece el cerebro al reforzar las conexiones entre las células cerebrales. Un estudio de UCLA de 2012 mostró que las personas que meditan exhiben niveles más altos de girificación, el llamado plegamiento de la corteza cerebral como resultado del crecimiento, lo que, a su vez, puede permitir que el cerebro procese la información más rápido. Los científicos sospechan que la girificación es responsable de hacer que el cerebro procese mejor la información, tome decisiones, forme recuerdos y mejore la atención.

De hecho, como muestra gran parte de la investigación, la meditación hace que el cerebro experimente cambios físicos, muchos de los cuales son beneficiosos. Otros estudios, por ejemplo, han demostrado que la meditación está relacionada con el grosor cortical, lo que puede provocar una disminución de la sensibilidad al dolor. Los neurocientíficos también han utilizado resonancias magnéticas para comparar los cerebros de los meditadores con los de los no meditadores. Las diferencias estructurales observadas llevaron a los científicos a especular que ciertos beneficios, como mejores respuestas cognitivas, emocionales e inmunológicas, pueden vincularse a este crecimiento y sus efectos positivos en la respiración y el ritmo cardíaco.

La integridad de la materia gris, que es un actor importante en el sistema nervioso central, ciertamente parece beneficiarse. La meditación se ha relacionado con emociones más positivas, la retención de la estabilidad emocional y un comportamiento más consciente (mayor concentración durante la vida cotidiana).

Aceptación

La premisa fundamental de la meditación Vipassana es la aceptación. Nos enseña a ver y aceptar las cosas como son, en lugar de como queremos que sean. Esto significa que no importa cuán mágica o miserable pueda parecer una situación, la aceptamos tal como es. Lo enfrentamos con toda honestidad. No nos aferramos a él con la esperanza de que las cosas nunca cambien, ni anhelamos una muerte apresurada. A diferencia de otras formas de meditación que ayudan a identificar y detener ciertos patrones de pensamiento, o calmar la mente mediante cánticos y visuales, Vipassana entrena a los practicantes para enfocar la mente en la observación de las sensaciones físicas más sutiles. Se cree que estas sensaciones son la causa raíz y el desencadenante de nuestros pensamientos y reacciones emocionales. Al reconocer estas sensaciones en su concepción, en lugar de dejar que se desarrollen y nos dominen, podemos cambiar nuestros patrones de pensamiento para minimizar la agonía y llevar una vida más feliz.
Responde, no reacciones

Al aprender a dar un paso atrás y observar, aprendes el arte de responder en lugar de reaccionar. Aprendes el proceso denominado "respuesta" solo después de meditar por lo menos 21 días seguidos.
La meditación puede parecer intimidante al principio y, por lo tanto, mi sugerencia es comenzar poco a poco. Dedicar un minuto al día, todos los días durante una semana, podría ser una buena manera de comenzar y luego puedes progresar gradualmente a medida que adquieres más experiencia.

Los meditadores generalmente comienzan su práctica enfocando su atención en su respiración. Recuerdo la primera vez que me senté a meditar, todo lo que hacía mi mente era divagar y pensar en todas las cosas posibles del mundo, excepto en mi respiración. Eso, de hecho, es muy normal. La idea básica es simple. Cada vez que tu mente comienza a desviar su enfoque de tu respiración y te pierdes en tus pensamientos, simplemente, y suavemente, vuelves a centrar tu atención en tu respiración. Y luego repites esto una y otra vez hasta que suene el temporizador de meditación.

Todo lo que necesita para comenzar a meditar es una colchoneta para sentarse y un cronómetro, y estará listo para comenzar.
¿Por qué esperar el momento adecuado? Pruébalo ahora.

Aquí les dejo el enlace para realizar esta meditación👇
https://drive.google.com/file/d/17zjOjEUxW8wg-friWLTQEYdd7xcmvOed/view?usp=sharing











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