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martes, 12 de marzo de 2024

6 técnicas yóguicas para transformar una mente negativa

6 técnicas yóguicas para transformar una mente negativa

 No todos los pensamientos son iguales: los pensamientos positivos y negativos varían tanto en número como en efecto psicológico. La gran mayoría (hasta el 70%) de nuestros pensamientos son negativos, lo que equivale a unos 40.000 pensamientos negativos al día. Estudios recientes han demostrado que el pensamiento negativo excesivo "puede dañar las estructuras neuronales que regulan las emociones, la memoria y los sentimientos". Nuestros pensamientos negativos también forman los samskaras más fuertes (impresiones almacenadas y patrones emocionales) que colorean y condicionan nuestra respuesta a estímulos futuros.

A medida que nuestros samskaras y pensamientos negativos se repiten una y otra vez, aumentan las hormonas del estrés y reconfiguran nuestros cerebros para producir un sesgo de negatividad aún más fuerte. Afortunadamente, existen varias herramientas (extraídas de Oriente y Occidente) para ayudar a eliminar los pensamientos negativos, desenredar nuestros samskaras y reconfigurar físicamente nuestro cerebro para experimentar más calma, paz y alegría.

Etiquetar y descartar la negatividad
Una técnica básica para gestionar los pensamientos negativos es simplemente etiquetarlos como positivos o negativos. Empiece por captar cada pensamiento a medida que surja y luego decida si es negativo o positivo. Para pensamientos que son difíciles de etiquetar, intente preguntar "¿este pensamiento es útil o inútil?" o "¿este pensamiento es verdadero o falso?" Cuando un pensamiento se considere negativo, inútil o falso, utilice su estado negativo como motivación para descartarlo lo más rápido posible y cambiar su atención a algo neutral (su respiración, drishti, etc.) o positivo (gratitud, mantra, etc.). ). Intenta practicar esto tanto como sea posible a lo largo del día.

Crea alegría a través de la satisfacción
La satisfacción es una práctica muy valorada en el yoga, y con razón. Aceptar nuestras circunstancias tal como son es un poderoso antídoto contra el pensamiento negativo. Patanjali nos dice en los Yoga Sutras que “practicando Samtosha se alcanza la alegría suprema”. Cuando notes pensamientos de anhelo por lo que no tienes o de codiciar las posesiones de los demás, intenta sentir gratitud por todo lo que tienes y alegría por la felicidad de los demás. Cuando notes pensamientos de envidia hacia los demás, intenta felicitarlos o encontrar una manera de celebrar su éxito o buena suerte. También puedes utilizar tus sentimientos de descontento como motivación para centrar tu atención en los cambios positivos que estás realizando (o has realizado recientemente) en tu vida.

Cambia tu enfoque con la meditación
Si bien es casi imposible eliminar todos los pensamientos, la meditación es una herramienta poderosa para eliminar y disminuir la mayoría de los pensamientos negativos y repetitivos de nuestra mente. Al principio, una práctica de meditación puede amplificar tu conciencia de cuántos de nuestros pensamientos son negativos; pero con la práctica fortalecerás tu enfoque y concentración para poder desviar tu atención de los pensamientos negativos. Experimente con diferentes formas de meditación para encontrar la que mejor se adapte a su personalidad, estilo de vida y constitución. Si siente que su mente se estanca constantemente, pruebe la meditación japa. Si sientes que tus pensamientos son demasiado negativos, prueba la meditación metta.

Cambia tu estilo de vida para cambiar de opinión
A medida que aumenta tu conciencia del número, tipo y calidad de tus pensamientos, podrás examinar los patrones más amplios de tus pensamientos. La preocupación, la crítica, la culpa, la hostilidad, el pesimismo, el juicio, la reflexión y el arrepentimiento son los patrones de pensamiento negativos más comunes. Tómate uno o dos momentos cada día para reflexionar y/o escribir un diario sobre los patrones generales de tus pensamientos recientes. Observe qué patrones de pensamiento son los más comunes y qué patrones crean los pensamientos más pegajosos que debe dejar de lado. Investiga y contempla qué antídotos (aceptación, perdón, gratitud, amabilidad, simpatía, etc.) serían más efectivos para tus patrones de pensamiento más desafiantes. Experimente con estas contramedidas cuando note que surgen estos patrones de pensamiento. Investigue también la correlación de los patrones de pensamiento negativos con los hábitos personales, las tareas diarias o las elecciones de estilo de vida (dieta, entretenimiento, trabajo, amigos, etc.). Experimente adoptando un estilo de vida más yóguico para ver cómo sus hábitos diarios afectan sus patrones de pensamiento.

Eliminar proyecciones falsas
La autocrítica y el diálogo interno negativo son procesos comunes de pensamiento negativo. Desde una perspectiva yóguica, esto se debe a asmita (yo soy), la sobreidentificación de nosotros mismos con nuestro ahamkara o ego. Nuestra autoimagen es inherentemente defectuosa, distorsionada y llena de proyecciones falsas. Esta autoimagen puede contener opiniones negativas tanto externas (soy pobre) como internas (soy una mala persona). Vairagya (desapego), pratyahara (enfoque interior), svadhyaya (autoestudio/contemplación) y bhakti (devoción) son prácticas yóguicas efectivas para examinar, refinar y reducir nuestra sobreidentificación con ahamkara y nuestra autoimagen disfuncional.

Sé amable y compasivo contigo mismo
Explorar y examinar los aspectos negativos de su mente puede hacer que se sienta golpeado en el corazón y destrozado en el espíritu. Cuando esto suceda, será útil incorporar y practicar la autocompasión y la bondad. Sea amable consigo mismo reconociendo que estas técnicas son difíciles y desafiantes de practicar. Date permiso para ser tierno, amoroso y afectuoso con tu corazón y tu mente al explorar el sufrimiento que nuestras mentes pueden crear en nuestras vidas. Haga una lista de las cosas que le resultan especialmente enriquecedoras cuando surge la necesidad de bondad hacia uno mismo.

Minimizar y eliminar los pensamientos negativos no es fácil. Nuestra evolución nos ha programado para tener un sesgo negativo hacia nuestro entorno: nuestros cerebros son más sensibles y reactivos hacia los pensamientos y experiencias negativos que hacia los positivos o neutrales. Esto nos ha resultado muy útil para protegernos del peligro físico, pero tiene el desafortunado efecto secundario de aumentar el sufrimiento y el bienestar mental. Afortunadamente, contamos con un increíble conjunto de herramientas yóguicas para combatir el pensamiento negativo y promover la calma, la paz y la alegría.



















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