Entrada destacada

jueves, 7 de marzo de 2024

Cómo practicar el no juzgar en el yoga y la meditación

Cómo practicar el no juzgar en el yoga y la meditación

Los juicios son reacciones instintivas habituales ante personas, lugares y acontecimientos. A menudo, los pensamientos críticos se basan en nuestros samskaras (la historia de nosotros mismos y las experiencias de vidas anteriores) y la repetición de estos juicios refuerza y profundiza estos patrones inconscientes. Si nuestros juicios son negativos, dramatizamos, nos preocupamos y nos estresamos; si son positivos, fantaseamos con el futuro. De cualquier manera, los pensamientos críticos nos sacan del momento presente y crean daño y sufrimiento a nosotros mismos y a los demás. Si bien nuestra mente siempre creará juicios, existen formas sencillas de aprender a reducir y corregir estos patrones de pensamiento dañinos en nuestras esteras de yoga y cojines de meditación.

¿Por qué practicar el no juzgar?
Al practicar el no juzgar, o simplemente observar aspectos de la vida sin dar una opinión, nos alejamos de estas reacciones y vemos las situaciones tal como son. Esto nos saca del pasado o del futuro hipotético y nos lleva al momento presente, permitiéndonos apreciar todo lo que es. Al crear pensamientos menos críticos, causamos menos daño y podemos ver el mundo que nos rodea con más claridad.

Beneficios de practicar el no juzgar
• Promueve la conciencia y la atención plena
• Cultiva más gratitud
• Reduce el estrés y la preocupación
• Ayuda a tomar decisiones más sabias
• Aumenta la productividad
• Fomenta una mente pacífica
• Aumenta el auténtico autoconocimiento
• Profundiza las expresiones de amor hacia uno mismo y hacia los demás.

Cómo dejar de juzgar en el yoga y la meditación
Para practicar el no juzgar, comience simplemente reconociendo los pensamientos o actitudes críticos cuando ocurran. Intente etiquetar sus juicios (positivos, negativos o neutrales) para el día siguiente (o incluso para la próxima hora o los próximos 15 minutos; ¡se sorprenderá de la frecuencia con la que surgen!).

Intente liberar las emociones u opiniones que se forme en base a estos juicios. Es decir, practicar la ecuanimidad ante cada pensamiento o situación. Esto no es lo mismo que volverse insensible o insensible ante la vida, o convertirse en un robot sin emociones (¡nuestros cerebros evalúan y juzgan por una razón!); es simplemente una práctica para encontrar y mantener un estado mental sáttvico.

No juzgar en la meditación
Las prácticas de meditación y concentración son escenarios perfectos para trabajar el juicio, puesto que ya nos estamos centrando en el momento presente. Antes de meditar, establezca la intención de no juzgarse por los pensamientos, sentimientos y otras distracciones que inevitablemente surgirán. A lo largo de tu práctica, en lugar de enojarte por el hecho de que estás planeando la cena, de mover un pie que te hormiguea o de pensar cuando no deberías estar pensando, acepta cada sensación como parte del proceso de meditación y recuerda que no existe tal sensación. cosa como una mala meditación.

Aunque comúnmente nos centramos más en los juicios negativos que en otros, lo mismo ocurre con las situaciones positivas o neutrales. Por ejemplo, si ves colores o sientes oleadas de felicidad durante la meditación, en lugar de emocionarte, reconoce que la “buena meditación” también es un juicio. Luego vuelve a tu respiración.

No juzgar en Asana
Muchas veces no nos damos cuenta de la frecuencia con la que nos juzgamos a nosotros mismos durante la práctica de yoga. La próxima vez que sientas que eres “bueno” o “malo” en una postura de yoga, date cuenta de que estas cualidades no son inherentes a las asanas. Mantener una postura de árbol estable no es mejor que caerse de una postura de árbol, del mismo modo que un árbol en la naturaleza no es mejor ni peor si está movido por el viento; son simplemente diferentes estados del ser. Del mismo modo, ¡deja de juzgarte a ti mismo frente a los demás! Dado que nuestros cuerpos son completamente únicos, cada uno de nosotros tiene diferentes necesidades y habilidades en la práctica física.

Al no juzgarnos a nosotros mismos, vemos que la práctica de asanas consiste simplemente en respirar en cada postura y notar cómo nuestros cuerpos, mentes y estados del ser fluyen de una práctica a otra o a lo largo de una práctica. Sin el velo del juicio, creamos claridad para practicar la autoobservación y la autorreflexión en cada nuevo momento.

Cultivar la compasión
Para adoptar una actitud sin prejuicios, es útil practicar la compasión hacia uno mismo y hacia los aspectos de la vida que juzga. La técnica budista de meditar en Metta, o bondad amorosa, puede ayudar a encontrar un amor sin prejuicios hacia lo bueno, lo neutral y sí, también lo malo.

Como todas las prácticas, no dejar que el juicio consuma nuestras vidas requiere tiempo y esfuerzo. Sin embargo, cuanto más practiquemos el yoga sin juzgar, más podremos practicar en otros aspectos de la vida. Del mismo modo, cuanto más practicamos el no juzgarnos a nosotros mismos, es más probable que no juzguemos a los demás. Cuando somos capaces de apreciar todo tal como es, formamos un entorno claro y equilibrado para nuestra mente y corazón, y un mayor sentido de pertenencia a aquello que nos rodea. Al reconocer los pensamientos críticos y no apegarnos a ellos, fomentamos la aceptación y la armonía en nuestras vidas, tanto dentro como fuera de la estera de yoga.

¿Cuánto de lo que pasa por tu mente viene acompañado de una fuerte opinión sobre lo correcto o lo incorrecto, lo bueno o lo malo? ¿Cómo podría afectar tu vida y la vida de los demás el desapego de los juicios?














No hay comentarios:

Publicar un comentario