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sábado, 20 de abril de 2024

Agilidad emocional. Vivir fiel a tus valores. Día 3

 Agilidad emocional. Vivir fiel a tus valores. Día 3


La agilidad emocional es la práctica de utilizar sus sentimientos como información para guiarlo en lugar de intentar cambiar o controlar sus emociones. La agilidad emocional puede ayudarte a dar un paso atrás y tomar decisiones basadas en tus valores y objetivos en lugar de reaccionar por impulso.

Los investigadores también se refieren a este concepto como flexibilidad psicológica. La idea no es tener más emociones “positivas” ni detener las emociones “negativas”. Más bien, el objetivo es hacer uso de cualquier emoción que tengas. Si acepta sus emociones en lugar de intentar cambiarlas, podrá hacer un buen uso de ellas.

Por ejemplo, la ira puede indicar que alguien ha cruzado sus límites. Puede utilizar esta información emocional para investigar qué podría ser necesario cambiar. La ira podría ayudarle a satisfacer sus necesidades o a discutir un tema que le interesa. Si te enfrentas a alguien que se está aprovechando de ti, la ira podría ayudarte a mantenerte firme.

¿Es lo mismo agilidad emocional que inteligencia emocional?
Agilidad emocional e inteligencia emocional no son lo mismo. El término “inteligencia emocional” (IE) fue popularizado por el psicólogo Daniel Goleman.

Algunos aspectos de la IE se superponen con la agilidad emocional, como notar las emociones. Y un estudio encontró que quienes aceptan emociones incómodas pueden tener una mayor inteligencia emocional. Sin embargo, las prácticas no son las mismas.

Por ejemplo, la IE incluye un enfoque en habilidades sociales, como la empatía y la comunicación. La agilidad emocional, por otro lado, te ayuda a utilizar tus emociones como guía para vivir según tus valores.

¿Cómo se construye y practica la agilidad emocional?
En la agilidad emocional, utilizas los sentimientos como información. No retienes la emoción con fuerza pero tampoco la alejas. Si reconoce sus sentimientos pero no se deja atrapar demasiado por ellos, podrá tomar decisiones más lúcidas.

Por ejemplo, si conoces a una persona nueva y te sientes incómodo con ella, puedes dar un paso atrás y notar tu experiencia. Dependiendo de la situación, es posible que decidas que ya no quieres pasar tiempo con esa persona.

¿Cuáles son los cuatro pasos de la agilidad emocional?
David recomienda los siguientes cuatro pasos para practicar la agilidad emocional:

  1. Aparecer: observe sus pensamientos, sentimientos y comportamientos sin juzgarlos. No hay nada bueno o malo en lo que estás experimentando.
  2. Salir: Separa tus pensamientos y sentimientos de ti mismo. Piensa en tus emociones como una experiencia, no como tú. Por ejemplo, montar en una montaña rusa es una experiencia, pero tú no eres la montaña rusa en sí. Lo mismo ocurre con tu experiencia emocional interna. No eres una “persona triste”, pero experimentas tristeza.
  3. Caminando por su por qué: actúe utilizando conocimientos de su experiencia emocional y combinándolos con sus valores y objetivos. ¿Cómo encajan las emociones que estás experimentando con lo que realmente te importa? Por ejemplo, sentir ira en una relación puede indicar que es hora de establecer límites más fuertes con la otra persona.
  4. Continuando: haga pequeños cambios hacia sus valores. Podrías empezar a cambiar un hábito que te está causando problemas o considerar una situación desde un nuevo punto de vista. Piensa en cómo tus decisiones se alinean con lo que realmente quieres en la vida. Tus emociones pueden ayudarte a guiarte a la hora de realizar cambios para acercarte a tus objetivos.
¿Cuál es un ejemplo de agilidad emocional?
Puedes practicar la agilidad emocional en cualquier situación. Por ejemplo, imagina que tu adolescente dejó un desastre en el baño. Es posible que sientas la necesidad de entrar a su habitación para gritarle sobre su responsabilidad.

Pero en lugar de reaccionar de inmediato, podrías dar un paso atrás y notar que te sientes irritado. Quizás te des cuenta de que necesitas decir algo porque no estás de acuerdo con limpiar sus desastres.

Sin embargo, también ha estado trabajando para mejorar su relación con su hijo adolescente, lo cual es aún más importante para usted. Entonces, en lugar de gritar, decides recordarles con calma que lo limpien. Entonces su decisión sería coherente con sus valores, tanto en el momento como con su objetivo general de tener una mejor relación con su hijo adolescente.

Yendo un paso más allá, puedes “seguir adelante”, hacer un cambio para ayudar a evitar que situaciones similares vuelvan a ocurrir. Quizás usted establezca una nueva regla en la casa sobre la limpieza y establezca consecuencias por violarla.

La línea de fondo
La agilidad emocional se refiere al proceso de aceptar las emociones y utilizarlas como información, en lugar de intentar cambiarlas. Al dar un paso atrás, darse cuenta de sus sentimientos y considerar sus metas y valores, podrá tomar decisiones basadas en lo que es más importante para usted. Esto puede ser más efectivo que ignorar o quedar demasiado atrapado en sus emociones del día a día.

Aquí les dejo el enlace para realizar esta meditación👇
https://drive.google.com/file/d/1cs4cWdjG5HTiB803kj3iH3L3gZe-WFOO/view?usp=sharing














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