Entrada destacada

sábado, 9 de enero de 2021

El segundo Yama: Satya – Veracidad

 


En los Yoga Sutras, Patanjali delineó las ocho extremidades del yoga. Estos preceptos están destinados como pautas para vivir una vida con sentido y propósito. Pueden ser vistos como una especie de mapa para los buscadores de mayor felicidad y cumplimiento espiritual.
La primera extremidad consiste en los Yamas, u observancias éticas universales. El segundo de los cinco Yamas es Satya, o veracidad. Al igual que los bloques de construcción, cada Yama descansa sobre los cimientos que los anteriores crean. Satya le sigue a Ahimsa (no violencia), la primera y más importante de los Yamas. Por lo tanto, no podemos practicar la veracidad sin antes considerar el principio de no perjudicar. Al decir la verdad debemos tratar de causar el menor daño posible. Si decir la verdad causará dolor o sufrimiento, entonces puede ser mejor permanecer en silencio.
Así que la práctica de la Satya no se trata de decir la verdad a ciegas y sin hacer caso, independientemente de las consecuencias. Se trata mucho más de moderación: de tomarnos nuestro tiempo y considerar cuidadosamente nuestros pensamientos y palabras para que la forma en que expresamos la verdad esté en armonía con Ahimsa. El yoga es ante todo una práctica de conciencia. Practicar Satya de acuerdo con Ahimsa requiere la conciencia del efecto que nuestras palabras y pensamientos tienen en los demás y en nosotros mismos.
Podemos llevar esta práctica de Satya a nuestro mat siempre hablándonos honestamente. Nos miramos a nosotros mismos en todas las partes de cada postura, las partes que nos halagan y las partes no tan favorecedoras. Practicamos las asanas en las que brillamos, así como las que nos humillan o las que nos cuesta más hacer. Enfrentamos nuestras fortalezas y debilidades con la misma curiosidad y amabilidad. Siempre trabajamos a nuestro propio nivel y honramos dónde están nuestros cuerpos cada día.
Es importante que nos planteemos lo que Satya significa para nosotros, igual que hacemos con Ahimsa, en cada momento, en cada situación que se nos plantea el dilema. Es necesario que nos replanteemos las cosas y lleguemos a entender el porqué de nuestros actos y nuestros movimientos para poder conocernos y ser auténticos.
Todos somos únicos e irrepetibles. La forma que cada uno tiene de expresarse, de sentir, de vivir es única e irrepetible. Satya nos anima a que seamos nosotros al 100% sin miedos y sin dudas ya que cuando tú ya no estés aquí, no habrá nadie más con tu misma voz.

No hay comentarios:

Publicar un comentario