Espalda fuerte, corazón suave. Meditación para los tiempos difíciles.
Cultivar la capacidad de mantenernos firmes, abiertos y compasivos en medio de tiempos difíciles es un regalo que podemos darnos a nosotros mismos.
Uno de los mensajes centrales es el valor de cultivar una espalda fuerte y un frente suave.
Siéntese por un momento y deje que el concepto de una espalda fuerte, un frente suave realmente se hunda en su ser. ¿Qué significa para ti tener una espalda fuerte y un frente suave?
Puede significar muchas cosas diferentes, dependiendo de lo que esté pasando en nuestras vidas.
Cuando pienso en una espalda fuerte, a menudo pienso en tener una “columna vertebral” y poder establecer límites saludables. Límites que nos permiten mantener nuestros corazones abiertos porque encontramos un equilibrio entre cuidarnos a nosotros mismos y cuidar a los demás.
Sin ese equilibrio y una espalda fuerte, podemos tender a cerrar nuestros corazones y endurecer nuestro frente blando.
Una espalda fuerte tiene que ver con la ecuanimidad y nuestra capacidad para defendernos, especialmente durante tiempos difíciles.
Significa que estamos cultivando la capacidad de mantener una mente tranquila con estabilidad emocional y mental. Nos permite estar conectados a tierra, enraizados y fuertes sin dejar de ser flexibles, adaptables y abiertos al cambio.
El frente suave se trata de abrirse a las cosas tal como son. Se trata de aceptar la vida tal como es en lugar de anhelar o preocuparse por el futuro y desear que las cosas fueran diferentes. Cultivar esta cualidad dentro de nosotros mismos nos permite permanecer abiertos a la vida sin cerrarnos o colapsar.
Cuando cultivamos una espalda fuerte y un frente suave dentro de nosotros mismos, podemos capear las tormentas de la vida con fuerza, sabiduría, gracia y un corazón abierto. Desarrollamos la capacidad de crecer realmente como resultado de los desafíos.
Unimos las cualidades tradicionalmente asociadas a la forma de ser femenina -dulzura, empatía, receptividad y sensibilidad- con las tradicionalmente asociadas a la forma de ser masculina -valentía, independencia y asertividad.
Lo que he notado en mi propia vida y en el trabajo que hago con los demás es que tendemos a invertirlo. Es común que tengamos una espalda débil que hace que nos derrumbemos durante los momentos difíciles y luego, como resultado, tenemos un frente duro. Cerramos nuestros corazones y resistimos la vida tal como es.
Aquí les dejo el enlace para realizar esta meditación👇
https://drive.google.com/file/d/1KnbhlIplg1hXQNzOkNKZY8mI8_Gq_Rxt/view?usp=sharing
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