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miércoles, 3 de marzo de 2021

7 POSTURAS ADECUADAS PARA MEDITAR


 

7 POSTURAS ADECUADAS PARA MEDITAR

1. La Asana: es la postura básica, pones las rodillas con los pies juntos y te sientas sobre ellos con los brazos al lado del cuerpo. Después inclinas tu cuerpo sobre la colchoneta apoyando tu frente con los brazos relajados.
2. La flexión de rodillas hacia delante: sentado en el suelo estiras las piernas, inclinas el tronco hacia delante y coges las puntas de tus pies con las manos. Debes intentar llegar con los antebrazos al suelo sin que las rodillas se doblen. Inspiras y mantienes el aire. Expulsas el aire al volver lentamente a la posición de sentado.
3. La flexión del tronco hacia delante: nos sentamos en el suelo, erguimos la espalda y relajamos los hombros. Doblamos las rodillas y echamos los hombros hacia delante. Se usa para meditar y trabajar respiraciones.
4. Postura de Loto: posición sentada. Estiras las piernas, doblas la pierna derecha cogiéndola desde el pie y la subes sobre el muslo izquierdo. Esta es la postura de Medio Loto, si hacemos lo mismo con la pierna izquierda, tendremos la postura de loto completa. Es la postura en la que se presenta Buda, por lo que es muy conocida.
5. Postura el Gato: nos ponemos a cuatro patas, cogemos aire al mismo tiempo que levantamos la cabeza y las caderas, mientras arqueamos la espalda hacia abajo. Después, al expulsar el aire, hay que hace que se arquee poco a poco la espalda hacia arriba, bajando la cabeza y las caderas. La barbilla quedará pegada al pecho.
6. Postura el Niño: arrodillados en el suelo, dejamos caer las nalgas sobre los talones. Estiramos la espalda hacia arriba y cogemos aire. Bajamos despacio hasta el suelo expulsando lentamente el aire y con el pecho sobre los muslos, apoyamos las manos en el suelo. Después, en esta postura, nos centramos en ser conscientes del movimiento de la respiración.
7. Postura el Perro: túmbate hacia abajo en el suelo con las manos apoyadas y abiertas a la altura de los hombros. Con las piernas estiradas y abiertas a la altura de caderas, los pies miran hacia abajo. Coge aire y levanta el cuerpo, hasta que todo el peso quede en los empeines de los pies y las palmas de las manos. Entonces inclina la cabeza hacia atrás y mira al cielo. Expulsa el aire y vuelve a la posición inicial.

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