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viernes, 25 de abril de 2025

Qué esperar en tu primera clase de yoga

 Qué esperar en tu primera clase de yoga


1. Investiga un poco

Vale la pena investigar un poco sobre el profesor y su estilo de yoga antes de tu primera clase. Si puedes, habla con él antes para poder hacerle preguntas. Esto le dará la oportunidad de comprender un poco tus razones para practicar yoga: puede que quieras ser más flexible, usar el yoga como complemento a otro deporte que disfrutes o que busques un poco más de equilibrio en tu vida.

2. Llega temprano a clase

Intenta llegar a clase al menos diez minutos antes. Tu profesor probablemente querrá saber si has practicado yoga antes o comprobar si tienes alguna lesión que deba tener en cuenta. Además, si llegas con suficiente antelación, puedes elegir tu espacio para la esterilla (¡que para principiantes suele estar al fondo de la clase!).

Consejo: Puede que sientas que todos te miran, pero no es así. El yoga es una práctica interna y muchas personas se conectan tanto con su propia experiencia que ni siquiera recuerdan quién estaba allí después de la clase. Además, recuerda, incluso si te has posicionado "de manera segura" en la parte trasera de la sala, algunas veces la gente estará en la posición del perro boca abajo mirando a través de sus piernas, por lo que en realidad no serás completamente invisible a simple vista (¡aunque prefieras serlo!).

3. ¿El toque humano?
Tu profesor podría preguntarte si te gustaría que te ajustaran durante la clase. Es genial recibir ajustes prácticos, ya que pueden ayudarte a mejorar la alineación o a profundizar en una postura. Sin embargo, dile a tu profesor si prefieres que no te toque. No deberías tener que dar razones ni decir nada más que "Estoy bien, gracias". De igual manera, si un profesor está a mitad de ajustarte y sientes que es demasiado fuerte, ¡díselo!

Consejo: No te desanimes si el profesor te ajusta; no es señal de que lo estés haciendo mal; es más probable que simplemente esté intentando ayudarte a encontrar más comodidad en la postura.
4. Qué ropa usar
Si nunca has hecho yoga (¡y conoces las redes sociales!), es comprensible que pienses que los yoguis son "delgados y a la moda". ¡La mayoría no lo son! El yoga es para todos, y es más importante que te sientas cómodo con lo que llevas puesto que llevar los pantalones de yoga más modernos.

Usa varias capas en la parte superior para que puedas quitártelas si te acaloras demasiado (luego póntelas de nuevo en Savasana). Usa ropa que no sea demasiado holgada para evitar que la parte superior se suba o te sofoque durante la postura del perro boca abajo. Los leggings de cintura alta o los pantalones holgados también son una buena idea; es mejor que te concentres en lo que dice el profesor en lugar de preocuparte por si estás enseñando las bragas.

Los hombres tienen menos opciones de ropa para yoga, pero los pantalones de chándal pueden ser demasiado gruesos o el material demasiado resbaladizo (¡la postura del árbol ya es bastante desafiante sin que la ropa sea un impedimento aún mayor!). Prueba con pantalones cortos elásticos o incluso pantalones de pescador tailandeses (ideales para remangarse).

5. Quítate las medias
El yoga se practica descalzo. Al principio de la clase, si hace frío, quizás quieras dejarte las medias puestas, pero tu profesor te avisará cuándo es momento de quitártelas. Puedes comprar medias de yoga con agarre especial si no te gusta ir descalzo.

Consejo: Intenta no pisar la esterilla de yoga de otra persona. Puede sonar trillado, pero debido a las experiencias transformadoras que se viven durante el yoga, algunas personas consideran su esterilla no solo como un trozo de goma, sino como una extensión de sí mismas. Algunas también pueden considerarlo una invasión de su espacio personal o simplemente irritarse por haber pisado algo que les pertenece con tus "pies sucios".

6. Qué comer antes del yoga
Es mejor no ir a la clase con el estómago lleno; tú (o quienes te rodean) podrían pagar las consecuencias. Por otro lado, tampoco es buena idea practicar con el estómago completamente vacío; la mayoría de las personas encuentran su primera clase de yoga más exigente físicamente de lo que esperaban. Quizás te convenga comer algo ligero antes, como un plátano, unos dátiles, un puñado de frutos secos o un yogur, por ejemplo, para no sentirte mareado.

7. Bloques y accesorios
Equipo: normalmente, tu profesor (o estudio de yoga) te proporcionará el equipo (esterillas, cinturones, bloques, mantas), pero conviene comprobar si necesitas llevarlos. Si no tienes accesorios de yoga, aquí tienes algunas cosas que puedes usar en su lugar.

8. ¿Eka Pada qué?
Tu profesor puede referirse a las posturas de yoga por sus nombres en sánscrito (la mayoría también usa la versión en inglés), así que es probable que al principio no estés familiarizado con parte del lenguaje que usa. No te preocupes, con el tiempo empezarás a reconocerlas.

9. Tu espacio
Quizás necesites reevaluar tu espacio personal. He asistido a clases donde hay literalmente 5 cm entre mi esterilla y la de la otra persona. Puede que al principio te resulte extraño, pero pronto te acostumbrarás. Sí, el yoga es una práctica interna, pero a veces es un poco más difícil comprender este concepto si tienes el dedo gordo del pie de alguien justo encima de tu cara.

10. Tu ventaja
Como principiante, puede ser difícil distinguir entre dolor y molestia. El dolor es intenso y agudo, como un pinchazo repentino. No deberías sentir dolor durante el yoga. La molestia es más bien una sensación persistente y puede cambiar si, por ejemplo, respiras. La regla de oro es: tú eres tu mejor maestro. Conoces tu propio cuerpo mejor que nadie y si algo no va bien, probablemente lo esté.

11. ¿Ohm o no Ohm?
Muchas clases de yoga empiezan cantando Om, pero si es un canto más largo, suele ser una llamada y respuesta. Si no quieres unirte, no lo hagas, pero cantar es una forma encantadora de unir la energía del grupo y ¡puede que incluso lo disfrutes! Muchas clases terminan con el profesor juntando las palmas de las manos a la altura del corazón, inclinando la cabeza y pronunciando la palabra "Namaste". Este gesto significa, más o menos, "la luz dentro de mí se inclina ante la luz dentro de ti".

12. ¡No olvides respirar!
Aprender a conectar con la respiración es una de las cosas más importantes que aprenderás en yoga, y muchos profesores incorporan una práctica de respiración (Pranayama) en sus clases. Generalmente dan instrucciones, pero lo más importante es que sigas respirando. Puede que al principio te resulte un poco confuso; puede que sientas que exhalas cuando deberías inhalar y viceversa. 

13. Emoción
Durante el yoga aprendemos a estar presentes en nuestro cuerpo, lo que hace que nuestra mente subconsciente se sienta segura, por lo que el cuerpo empieza a relajarse. La tensión física se disipa y, como resultado, también podemos experimentar una liberación emocional.

La mayoría de nosotros, en algún momento, hemos experimentado emociones intensas durante el yoga, ya sean lágrimas, frustración, vulnerabilidad, miedo, tristeza o alegría. La liberación emocional es totalmente normal. Nuestra lección es no juzgarlo, simplemente dejarlo ser tal como es.

14. Deja tu ego a un lado
Recuerda que el yoga no es un deporte competitivo, así que deja atrás la autocrítica y las comparaciones. De igual manera, no rechaces la ayuda de accesorios (bloques, cinturones, mantas, etc.) solo porque te hagan parecer un principiante. Usar accesorios en una clase de yoga puede hacer que las posturas sean más cómodas (tanto para principiantes como para yoguis experimentados), darte más espacio en la postura y ayudarte con la alineación.

De igual manera, si necesitas descansar en algún momento de la clase, ¡hazlo! Uno de los principios más importantes del yoga es "Ahimsa", que significa "no violencia" o "no dañar". Cuando actuamos con "Ahimsa" en mente, esto significa, entre otras cosas, no dañar físicamente a los demás ni a nosotros mismos, así que sé amable contigo mismo.

15. No te saltes Savasana
Savasana, la parte de relajación de la clase, puede ser una de las más desafiantes tanto para principiantes como para yoguis experimentados, pero también es una de las más esenciales. Durante años, solía escabullirme antes de Savasana porque "no tenía tiempo para estar tumbada".

Savasana es donde absorbemos plenamente los beneficios de las posturas; puede actuar como un botón de reinicio, calmando el sistema nervioso central y normalizando la respiración. Es la parte de la práctica donde realmente podemos permitirnos simplemente Ser.

6. La mente del principiante
Se ha escrito mucho sobre el yoga y la mente del principiante. La idea es que, en nuestro afán por progresar hacia posturas más complejas, perdemos la esencia del yoga. Shoshin (la mente del principiante) es un concepto del budismo zen que significa abordar algo con apertura, entusiasmo y sin prejuicios, incluso al estudiar algo a un nivel avanzado.

La paciencia, la apertura, el compromiso de estar presente en tu tapete, respetar los límites de tu cuerpo, aprender a conectar con las sensaciones y la respiración, y la disposición a estar en el momento presente son mucho más importantes que si logras mantener el equilibrio en la postura del árbol durante 5 minutos. Así que, en lugar de frustrarte por ser principiante, disfruta de la experiencia; nunca se sabe, si sigues practicando, ¡quizás no lo seas por mucho tiempo!







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