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sábado, 4 de marzo de 2023

Efectos de cada grupo de asanas

EFECTOS DE CADA GRUPO DE ASANAS

POSTURAS DE FLEXIÓN HACIA DELANTE

Las posiciones de este grupo ejercen un profundo masaje sobre la región abdominal, mejorando el funcionamiento de los órganos y vísceras de la cavidad abdominal.
Estiran y revitalizan los músculos posteriores del cuerpo; dotan de elasticidad a la espina dorsal hacia delante; desbloquean y sedan el sistema nervioso autónomo; favorecen el recogimiento y el equilibrio emocional. Previenen contra trastornos digestivos, gastritis, dispepsia, estreñimiento, escoliosis, ansiedad e insomnio. Regulan la acción cardiaca y la tensión arterial.

POSTURAS DE FLEXIÓN HACIA ATRÁS

Estas posiciones estiran y revitalizan todos los músculos anteriores del cuerpo y ejercen un profundo y benéfico masaje sobre la región lumbar, mejorando el funcionamiento de glándulas suprarrenales y de los riñones. Dotan de flexibilidad a la columna vertebral hacia atrás y tonifican y fortalecen los músculos pectorales y abdominales. Potencian el funcionamiento cerebral, tonifican todos los pares de nervios espinales y la médula espinal. Activan los músculos respiratorios, favorecen la glándula tiroides, previenen contra el asma, algunos trastornos del aparato digestivo, la escoliosis, la psicastenia y el estrés.
Así como las posturas de flexión hacia delante invitan al recogimiento, las de flexión hacia atrás reportan un sentimiento de expansión. Las posturas de ambos grupos se complementan perfectamente para atender al organismo en todos los sentidos e ir manteniendo la espina dorsal resistente, equilibrada y joven.

POSTURAS DE FLEXIÓN LATERAL

Estos asanas dotan de elasticidad a la espina dorsal hacia los lados, estiran y revitalizan los músculos nervios intercostales, ejercen un beneficioso masaje sobre el páncreas, el hígado y el bazo; benefician los nervios espinales y los músculos deltoides, trapecio, hombros y brazos; estimulan la musculatura del cuello y los músculos de las extremidades inferiores; activan la acción cardiaca y mejoran el riego sanguíneo a todo el cuerpo.
Son posturas que previenen contra las tensiones generales del tronco, las contracturas y crispaciones, distendiendo, y produciendo una sensación de bienestar.

POSTURAS DE TORSIÓN

Las posturas de este grupo ejercen un estiramiento muy pronunciado sobre todos los músculos y nervios del tronco, mejorando el riego sanguíneo a los mismos. También sirven para tonificar los músculos y nervios de las piernas y el cuello.
Son posturas excelentes para favorecer la espina dorsal y prevenir la escoliosis, el lumbago, la ciática y trastornos afines. Procuran un profundo masaje de todas las vísceras abdominales y favorecen en las mujeres los ovarios y en los hombres la próstata. Previenen la indigestión, el colon irritable, las hemorroides y el estreñimiento. Activan el sistema circulatorio y aumentan la fortaleza corporal.

POSTURAS DE INVERSIÓN

Estas posturas favorecen enormemente el cerebro, al aportarle gran cantidad de sangre. Estimulan la acción de los órganos sensoriales y regulan el funcionamiento de la glándula tiroides, Fortalecen mucho la espina dorsal y en especial las vértebras cervicales. Vigorizan los músculos de los brazos, los hombros y el cuello. Descongestionan las venas de las piernas, descansándolas y previniendo contra várices. Estimulan la acción cardiaca y aumentan la capacidad de la memoria, la concentración y la atención. Previenen los catarros nasales, la hipotensión, la psicastenia, la depresión, la dispersión mental y la falta de concentración. Tonifican y vigorizan el cuerpo en general.

POSTURAS DE ACCIÓN ABDOMINAL

Estas posiciones inciden sobre el abdomen y favorecen sus órganos y su musculatura; la mayoría de ellas también inciden muy benéficamente sobre la región coccígea, sacra y lumbar. Combaten la adiposidad abdominal, el estreñimiento y algunos trastornos menores del aparato digestivo.

POSTURAS DE ACCIÓN GENERAL SOBRE EL CUERPO

Este grupo de posturas estimula todo el organismo y su acción se generaliza a todos los músculos y nervios.
Son por lo general posturas que desarrollan más esfuerzo cardiaco y que aumentan la capacidad de resistencia, acción y rendimiento del cuerpo. Mejoran el riego sanguíneo en general.

POSTURAS DE EQUILIBRIO

Las posturas de equilibrio como su nombre indica, favorecen el equilibrio y aumentan la capacidad de concentración, mejorando la conexión mente-cuerpo. También suelen favorecer y fortalecer la musculatura de las extremidades inferiores.

POSTURAS PARA MEDITACIÓN

Son las posturas de las que se sirve el yogui para práctica de la meditación, y aunque también aportan beneficios físicos (fortalecen la pelvis y el hueso sacro, dotan de flexibilidad a las articulaciones de las piernas, etc.), son más apropiadas para estabilizar el cuerpo e inmovilizarlo y mantener la espina dorsal y la cabeza erguidas. Se vienen utilizando desde hace siglos para la práctica de la meditación y la interiorización.













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