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martes, 7 de diciembre de 2021

Mitología detrás de Savasana (postura de cadáver)

Savasana: un viaje hacia la vergüenza, la rendición y el espíritu. 


Existe un mito hindú en el que Ganesha asiste a una lujosa cena organizada por Kubera, el señor de la riqueza. En esta historia, Kubera organiza fiestas extravagantes para mostrar sus riquezas. Ganesha, con cabeza de elefante, come la comida y no está satisfecho. Ganesha pide más, luego más y más hasta que Kubera se queda sin comida. Ganesha procede a comerse la vajilla, la ropa de cama, los muebles y las paredes. Kubera entra en pánico y pide ayuda a Shiva. Shiva satisface a Ganesha con un simple plato de arroz y le pregunta a Kubera si le dio la comida para impresionar a Ganesha o para servirle desinteresadamente. Kubera responde sinceramente que le dio la comida para hacer alarde de su fortuna. Shiva le dice a Kubera que cuando actuamos desde el ego, nadie está satisfecho. Solo cuando damos con un corazón devoto, nosotros y aquellos a quienes servimos estamos contentos. El yoga es una práctica de unir cuerpo y mente para conectarnos con nuestro yo superior. Aunque no siempre están alineados, la mente y el cuerpo siempre se influyen mutuamente. A menudo usamos nuestra mente para racionalizar y cortar las señales que recibimos de nuestro cuerpo. Excusamos los dolores, los dolores y la enfermedad como algo que nos está sucediendo separado de los pensamientos, la experiencia y el trauma emocional almacenado. Cuando evitamos que la mente y el cuerpo se alineen, vivimos en un estado desarticulado que nunca funciona plenamente como nuestro yo óptimo. Desarticulados, somos como Kubera incapaces de darnos a nosotros mismos, ni a los demás, desde un estado de puro servicio desinteresado.

En las clases de yoga, con frecuencia se nos pide que liberemos los apegos a nuestro pasado. Se nos pide que dejemos de lado los arrepentimientos, el ego y la ansiedad causados ​​por nuestras acciones y elecciones. Aparte de sintonizarnos con nuestra respiración, rara vez se nos instruye sobre cómo liberarnos de viejos traumas. A menudo, inhalar lo nuevo y exhalar lo viejo no es suficiente. Nuestro ego se aferra al pasado porque gran parte de nuestra identidad reside en lo que ya ha ocurrido.

Para que crezcamos, para dar, para amar desinteresadamente, debemos eliminar los obstáculos que nos mantienen separados de nuestro Yo más compasivo y brillante. Como Ganesha, no nos satisfacen las tendencias egoístas que a menudo impulsan nuestros comportamientos habituales. No hay una sola forma en que un maestro pueda instruir a un estudiante para que libere los archivos adjuntos. Esto solo se puede hacer si uno está dispuesto a entregarse de todo corazón al cuerpo, la mente y el espíritu.



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