12 errores comunes en yoga y cómo solucionarlos
1. Llegar tarde a clase
Darse tiempo suficiente para aparcar, registrarse y prepararse para la práctica de yoga fomentará una actitud mental tranquila y relajada y le permitirá dejar atrás el estrés del día. Llegar entre 5 y 15 minutos antes demuestra respeto por el profesor y los compañeros de clase y le dará tiempo para relacionarse con la comunidad de su estudio de yoga antes de la clase.
Si llega tarde, normalmente es mejor esperar a la meditación de apertura para entrar en el aula, pero cada estudio de yoga tendrá diferentes políticas en cuanto a la tardanza. Trate de no traer demasiadas pertenencias, elija un lugar cerca de la puerta y sea lo más silencioso posible mientras desenrolla su esterilla de yoga y se une a la clase.
2. Llegar apurado a la clase de yoga
Tómate el tiempo necesario para prepararte y viajar hasta tu clase de yoga. Si llegas nervioso y apurado, será más difícil pasar a una experiencia de yoga tranquila y relajada. Ir apurado a la clase también puede hacer que te olvides de llevar lo que necesitas y evitar que estés 100 % listo para tu práctica.
3. Usar ropa inadecuada
Sin duda, puede que sea necesario un poco de ensayo y error para encontrar la ropa de yoga que mejor se adapte a tu cuerpo y al tipo de clase de yoga a la que quieres asistir. Si tu ropa es demasiado ajustada, restrictiva, áspera o sudorosa, no podrás concentrarte en tu respiración ni en las posturas de yoga.
Usa ropa con la que puedas moverte fácilmente y que esté hecha con materiales que se sientan bien en tu piel. Para el hot yoga, necesitarás ropa minimalista que absorba la humedad. Para las clases de vinyasa y ashtanga, necesitarás ropa de compresión y sujeción. Para las clases suaves, la mejor opción es la ropa holgada y cómoda. Si necesitas un poco de ayuda para decidir cómo vestirte para la clase, siempre puedes pedirle recomendaciones al personal de recepción del estudio.
4. Llegar con mal olor
Un principio fundamental del yoga es la práctica de shaucha o limpieza. Ten cuidado con tu higiene personal mientras te preparas para la clase e intenta tener un olor neutro y limpio. Si llegas a clase con un fuerte perfume o con olor corporal, distraerás a tus compañeros de yoga.
5. No limpiar tu mat
Tu mat de yoga necesita una limpieza regular para que siga oliendo bien y funcione correctamente. Un mat de yoga sucio, especialmente si se usa para yoga caliente, con el tiempo comenzará a oler mal y se convertirá en una distracción para tu práctica. También corres el riesgo de lesionarte si usas un mat sucio, ya que puede perder su adherencia, haciendo que tus manos y pies se resbalen y se deslicen, comprometiendo tu estabilidad.
6. Rechazar los accesorios
Es fácil ver los accesorios como innecesarios y un signo de debilidad, pero los bloques de yoga, las correas y las mantas están pensados para mejorar, apoyar y profundizar tu práctica. Si bien es posible que tengas que dedicar uno o dos minutos a reunir los accesorios y guardarlos, tenerlos a tu lado te preparará por completo para cualquier postura de yoga que se enseñe durante la clase. Muchos profesores integran los accesorios en sus clases, así que si ves accesorios junto a la esterilla de tu profesor de yoga cuando entras en el aula, debes reunir los mismos accesorios. Tener que recoger los accesorios en medio de la clase interrumpirá tu ritmo y distraerá a los demás.
7. Usar una esterilla barata
Cuando se empieza a practicar yoga, no hay nada de malo en comprar una esterilla barata para principiantes. Aunque nadie necesita un Cadillac como esterilla de yoga, aferrarse a una esterilla barata puede frenarte a medida que progresas en tu práctica porque pueden resbalarse, amontonarse y no permanecer planas. Problemas como estos con la esterilla pueden distraerte, impedir que hagas tus posturas más completas e incluso provocar lesiones. Cuando compres una esterilla de yoga, elige una que proporcione suficiente amortiguación para tus rodillas y muñecas y que tenga un buen agarre para evitar resbalones.
8. Practicar con el estómago lleno
Puede ser un poco complicado programar tus comidas en función de tu horario de yoga, pero créeme: si intentas practicar yoga con el estómago lleno, te arrepentirás al instante. Tener demasiada comida o líquidos en el estómago te resultará incómodo, te pondrá lento e incluso te impedirá realizar ciertas posturas... pero sentir que te estás muriendo de hambre tampoco es bueno. Evita las distracciones de la saciedad y el hambre tomando un tentempié ligero una o dos horas antes de que empiece tu sesión de yoga.
9. Llevar el teléfono contigo
Nuestros teléfonos inteligentes son enormes fuentes de distracción en nuestras vidas, lo cual es el objetivo completamente opuesto del yoga. Hazte un gran favor a ti mismo y a tus compañeros de yoga y deja el teléfono en el auto, o incluso considera dejarlo en casa. Si debes llevarlo al estudio, asegúrate de apagar el timbre y definitivamente no lo lleves al aula a menos que seas un profesional médico de guardia.
10. No usar una toalla en hot yoga
Si vas a una clase de hot yoga, debes estar preparado para sudar. La mayoría de las colchonetas de yoga se vuelven súper resbaladizas cuando están húmedas, así que lleva una toalla para evitar que se resbalen y te distraigan y arruinen tu práctica. Si bien puedes comprar una toalla especial para la colchoneta de yoga, cualquier toalla que tengas a mano en casa funcionará. Si eres propenso a sudar excesivamente, ¡lleva más de una!
11. Contener la respiración
Establecer y mantener una respiración yóguica lenta y profunda durante una práctica de yoga puede ser difícil si has pasado toda la vida sin prestar atención a tus patrones de respiración. Si bien muchos movimientos de yoga se sincronizan con la respiración, no contengas la respiración para seguir el ritmo del profesor. Agrega respiraciones adicionales cuando sea necesario, permitiéndote respirar completa y fácilmente en todo momento. Si te das cuenta de que resoplas o respiras por la boca, considera comenzar con una clase a un ritmo más lento.
12. Compararte con los demás
Es fácil incorporar la naturaleza competitiva de nuestra cultura a nuestra práctica de yoga, pero compararte con la persona que está a tu lado en la clase hará más daño que bien. Tratar de seguir el ritmo de otro estudiante te distraerá del objetivo real del yoga y podría hacer que te esfuerces demasiado y te lastimes. Cuando te des cuenta de que tienes pensamientos comparativos, recuerda que todos nacimos con cuerpos diferentes y que todos estamos en diferentes lugares de nuestro viaje de yoga.
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